miércoles, 17 de abril de 2024  
SanJuandeLurigancho.com
Oswaldo Carpio

Oswaldo Carpio

jueves, 22 de marzo de 2012

Modernización democrática

SanJuandeLurigancho.com > Columnistas > Oswaldo Carpio

Modernización democrática

Alcanzar la modernidad implica fortalecer el sistema democrático, que es el gobierno elegido por ciudadanos libres.
jueves, 22 de marzo de 2012 - 42706 vistas
Al Perú le cuesta ingresar a la modernidad. El mayor conflicto del Perú se viene produciendo -desde la fundación de la república- entre las fuerzas que impulsan la modernidad y las que resisten y sabotean -de distintas maneras- el ingreso a una sociedad avanzada. La enorme dificultad se manifiesta en los poderes fácticos, en culturas pre modernas, en la informalidad, el narcotráfico y las ideologías totalitarias que se agazapan detrás de la defensa medio ambiental y ocultan sus verdaderos propósitos: una sociedad construida sobre ideologías fracasadas y derrotadas en el mundo.
 
Hay dos vías para ingresar a la modernidad. La vía democrática y la autoritaria - el golpe de estado y la formulación de una “nueva” constitución modernizadora fue el camino preferido desde 1821 hacia adelante. Hemos tenido 76 presidentes de la república: 52 militares (68,9%) 8 mariscales, 34 generales, 6 coroneles, 2 tenientes coroneles y un contralmirante, además de 17 Constituciones-. La vía autoritaria ha sido ensayada en toda la historia republicana  -aún hoy se la pretende- terminando siempre en el fracaso. ¿Cuál es el origen de ese fracaso? La distorsión que producen las mismas fuerzas autoritarias entre los supuestos fines y el camino utilizado. ¿Es posible pretender la modernidad que es, fundamentalmente, libertad y democracia, a través de una dictadura o el autoritarismo? ¿Es posible avanzar hacia una sociedad moderna a través de métodos cerrados que establecen una camarilla poderosa, distintas formas de abuso y corrupción, que terminan destruyendo lo que, supuestamente, querían construir? Dos ejemplos en el Perú y en Chile. 
 
En el Perú, el gobierno de Alberto Fujimori-Vladimiro Montesinos intentó cambios modernizadores que fueron frenados por la propia naturaleza del poder que construyeron, finalizando el gobierno en una muy grave crisis institucional. En los años 70,  se había intentado una modernización autoritaria que desembocó en un estatismo faraónico paralizante, que pretendió convertir al Estado en el demiurgo político, económico, social y cultural del país. En Chile, el gobierno de Pinochet -1972/1990- pretendió la modernización a través  una dictadura que produjo reformas llegó a sus límites por la naturaleza del  régimen. La sociedad chilena, liberada del régimen autoritario, desplegó las fuerzas democráticas y no ha cesado de crecer liderada por una clase política que aprendió del pasado. El Perú se encuentra en el puesto 80° en el IDH del PNUD intentando avanzar hacia el desarrollo. Chile en el puesto 44° luchando por avanzar al grupo de países desarrollados. El Perú requiere realizar grandes reformas institucionales, mejorar profundamente la educación, modernizar la infraestructura y las ciudades, disminuir las desigualdades y construir una clase política y partidos políticos democráticos. Chile busca atraer más capitales, modernizar la educación, la ciencia y la investigación, seguir reduciendo las desigualdades para mejorar la calidad de vida pero tiene una clase política y partidos constituidos. Los dos países tienen distintos retos en procura del desarrollo.
 
Todos hablamos de modernidad y de modernización pero no definimos qué es la modernidad. Pretender ingresar a la modernidad por la vía autoritaria es una contradicción insoluble, una aporía, un callejón sin salida ya que la modernidad es el ingreso al reino de la libertad, de la razón, del discernimiento, de la crítica, de la libertad de conciencia, el despliegue de la razón, es decir, de la ciencia pura, de la ciencia aplicada, de la experimentación, de la tecnología, de la revolución incesante del conocimiento y su aplicación a la vida diaria a través de los instrumentos técnicos y la innovación de la vida cotidiana en todas las esferas de la existencia.
 
¿Cómo y porqué los intentos de modernización autoritaria son un freno a la modernidad? El autoritarismo se encuentra entre los remanentes de las culturas pre modernas,  es la ideología de los poderes fácticos expresados en visiones, doctrinas e ideologías dogmáticas, todas ellas opuestas de una u otra forma al predomino de libertad, la democracia y la razón. El autoritarismo en política es la coacción, la imposición, el chantaje; la modernidad en política es la búsqueda de consensos razonables y la aplicación de la ley.
 
La pre modernidad se encuentra en los prejuicios: el chauvinismo, el racismo, la exclusión, el clasismo; diversos hábitos y costumbres como la impuntualidad, la indisciplina, la falta de respeto a las leyes, el machismo, la violencia contra los niños, la falta de respeto a los ancianos, entre otras “costumbres”. Existe una cultura, una “mentalidad” pre moderna que recorre transversalmente la sociedad peruana pero que posee bolsones sociales en los que arraigan las ideologías totalitarias.
 
Alcanzar la modernidad implica fortalecer el sistema democrático, que es el gobierno elegido por ciudadanos libres. La modernización real, duradera y sostenible es posible a través de los propios métodos de la democracia. Fortalecer la fuerza de la democracia y las leyes para barrer con los obstáculos que se le oponen es el camino para modernizar el Perú. La democracia es el fin y también el camino. Pero, ¿qué es la modernidad? ¿Qué es la democracia?
 
La percepción común de la modernidad la entiende como la existencia de bienes de alto contenido o desarrollo tecnológico: maquinaria, equipos, instrumentos, etc., que la gente usa con orgullo como los teléfonos celulares, los Iphohe, las Tablets, etc. La pregunta que se desprende es: ¿por qué en los países avanzados existe un desarrollo tecnológico extraordinario y un avance incesante que permite que ellos diseñen estos equipos que se ensamblan en otros, mientras que los países pobres son solamente compradores de los mismos? La modernidad es consecuencia de la emancipación del pensamiento humano de las trabas que lo sujetan. En los países más avanzados triunfaron la libertad y el sistema democrático a través de sucesivas batallas y, por ello, se desplegó y se despliega la investigación científica y la experimentación. Las mejores universidades del mundo están en los países desarrollados en lo que hay libertad para investigar. El cambio principal para la modernización se produce en la mente de las personas, que abre el camino para usar toda la potencialidad de la razón, libre de las ataduras del pasado.
 
La libertad y la capacidad para hacer uso de la razón -ser autónomo para investigar, experimentar, plantear hipótesis a la sociedad, a la naturaleza y a la vida humana misma- abrió el camino a la modernidad que rompe con los poderes fácticos, con los dueños de la verdad que dictaban cátedra sobre el pensamiento correcto, lo que se tenía que pensar, decir y hacer.  La lucha por la libertad de conciencia fue una las mayores conquistas de la humanidad que permitió el ingreso real al reino de la libertad -el uso de la razón-. Eso cambió el mundo y señaló el camino de salida al viejo mudo basado en el miedo, el oscurantismo, el sometimiento, las verdades reveladas, el mundo de las “esencias” que no era otro que el del conocimiento basado en dogmas. Salir del mundo de las tinieblas e ingresar al de la libre razón fue uno de los más grandes cambios en la historia de la humanidad.
 
Inmanuel Kant, en la filosofía y Nicolás Macchiavello en la política, fueron paradigmas en el inicio a la modernidad. El primero impulsó la ilustración y la revolución copernicana. Kant exigía a los filósofos, a los estudiantes, a las personas comunes a atreverse a pensar. Su lema sapere aude -atrévete a saber, atrévete a pensar, atrévete a usar tu propia razón- impulsaba a las personas a hacer uso del pensamiento en un clima de libertad. Kant  incitaba a las personas a ser autónomas, a alcanzar la “mayoría de edad” abandonando la dependencia intelectual, las anticuadas ideas, construyendo una consistente argumentación ética para el uso de la razón en medio de la libertad humana.  Maquiavelo separó la política de la moral e impulsó el análisis racional en la lucha por conquistar el poder, construirlo y preservarlo.
 
Libertad, democracia y Estado de Derecho son una conquista de la razón. La vigencia de la ley en la sociedad moderna es resultado de la capacidad de los seres razonables para lograr acuerdos, consensos, pactos para vivir civilizadamente con apego a los acuerdos expresados en las leyes. Pero, previamente a la ley, en la modernidad, las personas son sujetos morales: seres razonables que usan la libertad bajo el imperativo de la búsqueda del bien, de normas morales asociadas a una relación de respeto hacia los demás. El ciudadano -sujeto moral-  tiene derechos y deberes, que ha de cumplir. Las leyes se cumplen. Si la ley no rige no hay Estado de Derecho y, de esa manera, estamos de regreso a la sociedad de la naturaleza, donde predomina el más fuerte, el más agresivo, el más violento.  La vida moderna solo es posible dentro de la ley, es decir, en un determinado orden. El Estado de Derecho, construido por la democracia, rompe con los totalitarismos y los autoritarismos que actúan por encima de las leyes.
 
El Perú no logra ingresar plenamente a la modernidad. Uno de los peores obstáculos -luego de los poderes fácticos de los siglos pasados- son las  teorías totalitarias anti modernas que crecieron durante la modernidad en países de mediano o marginal desarrollo capitalista, herederos de culturas autoritarias en sociedad muy cerradas y violentas.  Los portavoces y militantes de estas teorías falsamente liberadoras promueven un discurso anti mercado, anti capitalista y anti empresarial que pretenden “revolucionario”. Ocultan las consecuencias de estos proyectos que se desplomaron luego de 70 años en el poder como la disuelta URSS que esclavizó a millones de personas. Lo curioso es que estas fuerzas reaccionarias que se perciben heroicas, enfrentan la modernidad y pretenden destruirla, usando las propias conquistas de la modernidad.
 
¿Quieren los peruanos realmente ingresar a la modernidad? Entre el 2001 y el 2012, en once años de democracia y libertad - no exentos de enormes dificultades- con adecuadas políticas nacionales y un contexto internacional favorable, el Perú ha multiplicado por tres su PBI y por siete sus exportaciones, disminuyendo la pobreza en 20 % -de 51% a 31%.  Pese a esos avances, en términos políticos las ataduras son enormes. La institucionalidad en el país es exigua. El Congreso de la República es un desastre, no existen partidos políticos, los gobiernos regionales y municipales son ineficientes y corruptos, y las fuerzas políticas que dicen pretender el “cambio” son anti modernas, reaccionarias, buscan instaurar proyectos autoritarios. Ejemplos: en la Comisión de Ética del Congreso de la República hay 47 denuncias pendientes de investigación a los propios congresistas. Los parlamentarios se escudan en su inmunidad para evadir a la justicia. El sabotaje contra la inversión minera busca obstaculizar el ingreso de miles de millones de dólares para una explotación minera en equilibrio con la naturaleza, que permitiría enormes recursos a la sociedad y al Estado que podrían ser destinados a educación, infraestructura, salud, etc. En el fútbol, la resistencia a la modernización, pretende mantener un sistema obsoleto, corrupto, incompetente en el que sujetos inescrupulosos evaden el pago de impuestos, practican el lavado de activos e imponen sus malos manejos en desmedro del beneficio institucional. El Perú se mueve en la informalidad. Miles de millones de dólares provenientes de la minería ilegal, el narcotráfico, el contrabando, la corrupción se lavan de diferentes formas y se introducen en la sociedad. Millones de personas en el Perú viven al margen de la ley y actúan con inusitada violencia para frenar la vigencia de las leyes. Personas como los que encabezan la lucha anti minera, anti moderna, hacen llamados a una gran confrontación buscando paralizar grandes inversiones que benefician al país y a las regiones.
 
La Defensoría del Pueblo ha reportado 229 conflictos social en febrero. 152 (66,4%) se encuentran activos y 77 (33,6%) en estado latente. Hoy se movilizan miles de personas en Piura, Cajamarca, Puno, Madre de Dios, Cusco entre otras regiones para seguir en la informalidad, insistir en la explotación irracional que ha destruido –solo en Madre de Dios- más de 300 mil hectáreas de bosques y que en todo el país envenena ríos, lagunas, explota a niños y convive con la trata de personas, no paga impuestos, usa tecnología inadecuada y tiene hilos conductores con el narcotráfico.
¿Qué pasos se deben dar para que el Perú se transforme en un país moderno y que la sociedad funcione dentro de la ley? ¿Podrá el país evolucionar del puesto 80° en el IDH a puestos más avanzados? ¿Las ciudades y los pueblos podrán seguir avanzando en medio del desorden? ¿No van a colapsar las ciudades en medio del caos del transporte informal y del tránsito sin ley? ¿Es posible seguir avanzando como país sin derrotar el narcotráfico y la delincuencia?  ¿Es posible la modernidad en las ciudades si los comerciantes informales siguen ocupando los espacios públicos como si fueran propiedad privada? ¿El caos genera desarrollo?  ¿La informalidad genera desarrollo o más informalidad? ¿Un país sin instituciones fuertes y partidos políticos modernos podrá avanzar del mediano desarrollo al alto desarrollo?
Los ciudadanos, el gobierno nacional, los presidentes regionales, los alcaldes, los consejeros regionales, los regidores y los funcionarios de Estado, ¿creen que el Perú podrá seguir creciendo económica y socialmente si es que no se realiza una profunda reforma que apunte a la modernidad?
El primer triunfo en el camino de la modernidad reside en la liberación de la mente de las trabas del pasado: formas de pensar pre modernas en general, ideologías totalitarias racistas y excluyentes como el etnocacerismo, el marxismo-leninismo y el maoísmo de los que hoy encabezan la falsa defensa del medio ambiente y la lucha contra la moderna inversión minera. Es necesario un esclarecimiento diario del significado de las ideologías mesiánicas y totalitarias de los que encabezan la acción anti modernizadora.
El Perú crecerá si construye una clase política que lidere el cambio en democracia. El mundo moderno se mueve en la sociedad del conocimiento, la revolución científica y tecnológica, el fortalecimiento de las instituciones y la lucha por una justicia neutral. El primer reto del Perú es crear una clase política democrática, nuevas élites modernas que lideren el país. Si la clase política se moderniza y transforma en sujeto moral; en una clase dirigente culta, educada y  transparente, podremos seguir avanzando al desarrollo. El reto de hoy es seguir creciendo en un contexto económico favorable,  afirmando la democracia, la vigencia de las leyes, derrotando el caos y el desgobierno con los instrumentos de la democracia y el Estado de Derecho. El Perú requiere orden dentro de la ley. Con orden hay progreso.

 

Escrito por: Oswaldo Carpio para SanJuandeLurigancho.com

 

Dejanos tus comentarios:
Siguiente >>
1/04/2012 Distrito de Ate: La modernización democrática en el Gobierno Local
<< Anterior
21/03/2012 Inseguridad amenaza al desarrollo económico y a la estabilidad política

 


 

Mas articulos de Oswaldo Carpio:

 

martin-vizcarra-y-el-amigo-intimo-furtivo
Martín Vizcarra y el amigo íntimo furtivo
SanJuandeLurigancho.com - 13/09/2020
Candidato del Gobierno George Forsyth defiende abiertamente a Martín Vizcarra y todos sus delitos y mentiras. El juego de roles de víctima y victimario como estrategia divisionista y manipuladora.
reactivar-aplicando-la-ley-organica-de-municipalidades
Reactivar aplicando la ley orgánica de municipalidades
SanJuandeLurigancho.com - 10/07/2020
Oswaldo Carpio Villegas, consultor en Gestión Publica invoca a los alcaldes del País. Las normas ya están dadas, deben ser bien utilizadas
a-40-dias-de-gobierno-los-ciudadanos-tienen-esperanza-el-liderazgo-de-ppk-entre-los-gobernadores-y-alcaldes-del-pais
A 40 días de gobierno los ciudadanos tienen esperanza El liderazgo de PPK entre los gobernadores y alcaldes del país
SanJuandeLurigancho.com - 12/09/2016
El axioma es simple: la iniciativa privada es la principal fuente de creación de riqueza; obstaculizarla y, peor aún, enfrentarla y alejarla, disminuye los ingresos del Estado en todos sus niveles
Leer mas de Oswaldo Carpio >>
Columnas de Opinión