A semanas de las torrentosas lluvias que tanto estrago ha ocasionado en Lima, ahora parece que la naturaleza nos ha dado una tregua, en realidad siempre nos da una tregua que dura entre 10 a 15 años, sin embargo parece que después del golpe no hacemos nada por defendernos.
No es la primera vez que tanto el Huaycoloro y la quebrada Media Luna, en las alturas de Canto Grande desatan su furia, siempre lo han hecho y lo seguirán haciendo y quizás con más frecuencia, para nadie es un secreto que las temperaturas veraniegas cada vez se elevan y en consecuencia tendremos lluvias más persistentes, esto ya no es un fenómeno, por su frecuencia es una realidad y por tanto debemos mitigar y prevenir sus efectos.
Los peruanos nos hemos acostumbrados a denominar huayco aquel movimiento de agua, rocas y lodo producto de una alta precipitación fluvial, el huayco es la quebrada y ese lodoso flujo, en nuestro runa simi se denomina lloclla.
Como arqueólogo entiendo que el subsuelo de la quebrada, ese rico manto arcilloso, se debe a fenómenos que en los últimos 10 000 años se sucedieron incluso sepultando aldeas de hace 2500 años, lo mismo sucedió hace 1500 años y durante la colonia Lima sufrió el embate del clima en varias oportunidades. El nombre de pampa Canto Grande es consecuencia a las enormes rocas dejadas en el llano por esos milenarios aluviones.
Impresionante crecida del río Rímac, marzo 1967 (Revista Kilowatio, Archivo museo de la Electricidad)
En varias ocasiones he sido testigo directo de estos hechos, recuerdo el desborde Haycoloro aquel mes de marzo de 1987, diez años después con mi amigo Daniel Cabrel fotografié los efectos del otro desborde en Campoy, eran también el verano de 1998; El 2002, fuimos testigos del huayco que se inició en quebrada Media Luna y tumbó los muros del local comunal del Anexo 22. Persistentes lluvias eran la señal que algo así ocurriría. Días antes nos había sorprendido el clima en la cumbre cerro Colorado.
Hace unas semanas nos percatamos que la concentración de nubes oscuras en la cumbre de aquel santuario anunciaba algo parecido, para ello, pudimos alertar a algunos amigos de Villa Jicamarca y Sol Naciente, ellos nos reportaron que empezaba a discurrir agua por esa quebrada. Y así fue, luego y como diría mi amigo Jonathan Palaciós el Huaycoloro simplemente se lució, tuvo la suficiente carga para levantar un puente de cientos de toneladas e inundar nuevamente la zona baja de San Juan de Lurigancho y parte de El Rímac.
El Huaycoloro durante una semana hizo su propio reality, los medios sencillamente se trasladaron a su zona de encuentro con el hablador para trasmitir en vivo y con sensacionalismo morboso de por medio, las diferente descargas que viene de la sierra de Lima, transmitir la desgracia de vecinos, además de broncas entre los alcaldes para dar a conocer que sencillamente ninguno de ellos ha hecho algo relevante por evitar lo que pudo evitarse.
Vista impresionante del desplazamiento del puente Huaycoloro en la autopista Ramiro Priale, el agua levantó lo asentó en la berma central (Foro. Andina de noticias)
A pesar de los múltiples estudios, recomendaciones y perfiles de proyectos, estoy más que seguro que nuestras autoridades se seguirán tirando la pelota y no responderán por las futuras pérdidas materiales y quizás de vidas humanas. La pelota está en su cancha.
Pero por qué sucede esto en un distrito como el nuestro, que motiva que huaycos tan comunes al interior del valle sucedan a pocos kilómetros del Centro de Lima. La respuesta es sencilla. La quebrada Canto Grande contiene en su interior una montaña denominada cerro Colorado cuya extensa cumbre, de más de tres kilómetros de longitud se eleva sobre los 2200 msnm, es decir altura considerada como región Yunga, propenso a recibir fuertes lluvias, en el pasado, cuando nuestro distrito poseía poca población y descendía agua, se empezó a gestar el mito de la presencia de una laguna al interior de la quebrada.
Esquema de ubicación de las cuencas de Canto Grande y Huaycoloro, se muestra el recorrido de los flujos pluviales que presenta.
Por otro lado la quebrada Huaycoloro (quebrada del loro), tiene una longitud casi tres veces mayor a la de Canto Grande, es por ello que su descarga es poderosa ya que contiene el agua que recogen todas las laderas, cumbres y quebradas de ese amplio territorio, el resto del año su cauce está seco, salvo en la zona de Pedreros en Huachipa donde se filtra agua del subsuelo y el drenaje de desagües del poblado circundante. En el pasado los pantanos existentes le daban un mayor caudal y el canal de Campoy que también alimentaba al de Lurigancho, tomaba sus aguas de esta zona, fue el desborde del año 1998 la que terminó sepultando para siempre esta obra de ingeniería prehispánica.
Imagen del apacible Huaycoloro a la altura de Pedreros con aguas tranquiles producto de las filtraciones (Foto Julio Abanto, 1990)
Parte de nuestro trabajo a significado recoger testimonio que me parece importante transcribirlos, una referencia a la gran lluvia del 1970, nos la da el reconocido químico Mario Ceroni Galloso, cantograndino y docente universitario:
“El 15 de enero de 1970 se desató una lluvia muy copiosa y persistente sobre Lima (10.5 mm). Mi madre, mi hermano y yo estábamos en Pucusana. Mi padre, desesperado botaba el agua que caída a cantaros. Como la parte de la escalera no tenía techo, nuestra casa se inundó. Otras partes de Lima se inundaron y muchas personas perdieron sus casas. Un grupo de estas personas fueron reubicadas en el asentamiento que ahora se llama 15 de Enero que está al borde de la Av. Canto Grande...
Otro de los desastres que recuerdo, aparte de los terremotos, es la lluvia que cayó por los finales del 70 que trajo un barro por la llamada Zona Urbana y cerca del colegio el Copérnico. Incluso llegó hasta la calle Los Duraznos.” (Tomado de: https://profesorceroni.blogspot.pe/2008/07/historia-personal-de-canto-grande_26.html)
Sobre la misma lluvia, nos relata un vecino de la zona de Las Flores:
“Otro hecho importante fue la lluvia torrencial del 15 de enero, eso fue en el año 1970. En esa época mi papá trabajaba sacando afirmado para una empresa llamada Villa Sol, nosotros regresamos de esa quebrada, al fondo se veía un camino en zig – zag que lleva a las pampas de Amancaes, cuando pasamos por la Providencia empezó una lluvia tremenda, llovió tanto que todas las calles eran pequeños riachuelos y del cerro de El Triunfo bajaban los huaycos, de todos los cerros, esa lluvia duro toda la noche y hasta la mañana siguiente, nuestra casa era de adobe y techo de estera con torta de barro, todo el lodo que se formó comenzó a filtrar a mi casita”. (Nicolás Gonzáles, natural de Ancash. el testimonio fue recogido el año 2002, entonces el entrevistado tenía 41 años).
El fenómeno del niño de 1983, también tuvo enormes consecuencias en todo el país, el norte quedó prácticamente destrozado y años después en 1987, el mes de marzo la notica del desborde del Huaycoloro, dejó a medias la boda de mi hermano Willy, gran parte de los invitados residentes de Zárate y Chacarilla de Otero debieron retornar a sus casas alertados por lo que ocurría, es valioso el registro fotográfico de Jorge Eduardo Martínez sobre el desborde de ese año, un año antes un inusual lluvia trajo un huayco por las alturas de Canto Grande, del cual recogimos este testimonio:
Desborde del Huaycoloro, año 1987, ingreso a Zarate (Foto: Jorge E. Martínez)
“El 21 de marzo de 1986 entramos acá a esta comunidad (Anexo 22 de Canto Grande) y a cinco días o más, el 27, sí el 27 podría ser, que la lluvia también nos arrasó. Nosotros estábamos que recién entrábamos a la comunidad y justamente ese día nos sacaron, serian terrucos ¿qué serian? que nos sacaron del local comunal y nos botaron…Entonces el segundo día amaneció y nos fuimos a Lima para avisar que nos han botado… en la tarde, a eso de las cuatro vengo acá vuelta, con mi costalito, y mi frazadita, vuelta para ver las cosas, ¿estarán allí?”- me dije. No encontramos nada, nada de cosas. Todo se habían llevado: esteras, palos, ollas, herramientas, todo se llevaron los que nos botaron el día anterior.
….Ya a las 5, 6 de la tarde empezó a garuar, a garuar. Me regrese para abajo a Motupe que era el paradero ese tiempo, y me senté allí donde la señora que tenía una tiendita y le digo: -¿Hasta qué hora vienen señora los carros? -Acá los micros vienen hasta las 5 pm, a partir de esa hora ya no viene ningún carro- me respondió -¿Ahora qué hago?, le digo; ¡me quedaré!, estoy solita, no viene nadie de mis hermanos comuneros. Y la garuita estaba que caía y caía, despacito. -¡Ya!, me dice; quedémonos acá señora, porque yo me quedo solita cuidando mi puesto. Mi esposo se va a cuidar mi casa, ¡quedémonos acá!, pue. -ya pue, como estaba con mi frazadita, ahí me quede.
A eso de las 9 de la noche, ¡La lluvia!, ¡Dios mío!, las piedras sonaban por acá, sonaban por allá. Entonces los de Motupe, de Montenegro se llamaban por los parlantes vengan que el agua lleva a los hermanos, vamos a defenderlos. ¡Demasiado! ¡demasiado!, desde esa vez no había hasta ahorita otra lluvia igual.” (Testimonio de Juana Ángeles Torres, Comunera del Anexo 22, tenía 71 años cuando se grabó su testimonio el 6 de Febrero del 2002).
El testimonio de Juana Ángeles fue grabado un día después que un huayco arrasó con el local comunal, ya días antes había empezado a caer una lluvia incesante y esto fue lo que registramos mientras investigábamos y explorábamos la zona alta de la quebrada Canto Grande:
“Ayer llegamos a la cumbre Norte de cerro Colorado, casi a las 8 pm. Desde aquí se puede ver todo Lima. Cansados y con una corta cena nos pusimos a descansar. Cerca de las 11:00 pm se inició una lluvia que no paró hasta las 5: am. Tanto llovió que no pudimos dormir y el agua prácticamente nos había lavado. Durante la noche pude recoger agua y beberla, en una botella pude contener ½ litro de está fresca agua.
Esperamos aclare el día para salir de las bolsas de dormir. La lluvia había lavado el cerro, la salida del sol fue lo más espectacular y esperado para secar nuestra ropa...” (Fragmento de diario de campo del Proyecto Arqueológico Prospección en la Parte Alta de la Quebrada Canto Grande: Día Lunes 21 de enero del 2002)
Desborde del Huaycoloro, febrero del 2002 (Foto: Julio Abanto)
Inundación del local comunal del Anexo 22 de Jicamarca, 2002. (Foto Julio Abanto)
Escenas que se repiten, familias pierden todo en quebrada Media Luna, 2002 (Foto: Julio Abanto)
De lo ocurrido recientemente en Media Luna y Huaycoloro existe un amplio registro, la moderna tecnología permite que todos graben y fotografíen desde su celulares, de todo ello me quedo con el comentario de mi entrañable amigo Jorge Eduardo Martínez Purizaga, quien además de colgar históricas fotos en su cuenta de Facebook, comento lo siguiente: “Me ha tocado registrar los desbordes e inundaciones ocurridos en esta zona el verano de 1987, el verano del 2004 y el de ayer 31 de Enero.
Es decir todos saben que el desborde del río Huaycoloro, en el límite de San Juan de Lurigancho y Santa María de Huachipa, afecta primeramente a Campoy, Zárate, Santa Rosita, 3 Compuertas y el distrito del Rímac. Todos lo saben menos el Sistema de Defensa Civil de San Juan de Lurigancho y de los distritos vecinos”.
Frente a tanta dejadez que debería hacer nuestras autoridades, en principio es abundante la bibliografía referente a los riesgos que significan ocupar la quebrada Canto Grande, también son abundantes los especialistas e instituciones dedicados a esta materia. Promover un evento donde se analice los riesgos y formalicen compromiso interdistritales y regionales debería ser el primer paso.
Por lo pronto, quebrada Media Luna, es una zona cuya ocupación debería observarse, sobre la experiencia respetar el curso que sigue el flujo y un gran trabajo con la ciudadanía para actuar correctamente en el momento de iniciada las lluvias. No queda mal, muros de contención, badenes y acondicionamiento de vías para permitir que el agua circule sin hacer mayores daños.
Huaycoloro, se desborda, sencillamente por la no descolmatación de la quebrada la cual en periodos secos se vuele a convertir en chancherías, lugar de desmonte y arrojo de basura, sumado a ello altas precipitaciones, lo que se tiene es un alud de dimensiones colosales que termina entrampado en los puentes de la autopista Ramiro Priale, con las consecuencias ya conocidas.
Propuestas para evitar desborde del Huaycoloro
Además, de labores de limpieza, reforzamiento de bordes y ensanchamiento de puentes, un plan de monitoreo y alerta que debe venir desde el interior de la quebrada, ya sea Petramax o el Radio Observatorio de Jicamarca, lo que permite horas valiosas para promover un rápido plan de acción. Con el propósito de evitar las molestas inundaciones de la zona de Zarate, se podría devolver el agua desbordada al rio Rímac con un badén ancho o canales situados a la altura del vivero municipal, una solución más que sencilla para evitar tanta molestia a nuestros vecinos.
Propuesta para evitar inundaciones en la zona de Zárate y el distrito del Rímac
Por otro lado, me he dado el tiempo de sustraer información y producir el siguiente cuadro por lo que vale la pena darle una mirada al informe de INGEMMENT (2008), documento referido a las zonas críticas de Lima Metropolitana, donde se detectan 98 lugares de riesgos, de ellos doce corresponden o influyen en San Juan de Lurigancho. Después de revisar el cuadro, no hacer caso a lo que ya se recomienda, es una enorme irresponsabilidad y omisión de funciones por parte de nuestras distraídas autoridades, así que, a ponerse a trabajar.
PARAJE-SECTOR |
DESCRIPCIÓN |
VULNERABILIDAD Y/O DAÑOS OCASIONADOS |
RECOMENDACIONES |
23. Quebrada Huaycoloro (Lurigancho-Chosica) |
Flujo de detritos (huaycos) que se activan solamente con lluvias de tipo excepcional, como las del fenómeno del Niño. Esta quebrada está alimentada por caídas de rocas y material suelto proveniente de las laderas |
Por esta quebrada están asentados una seria de asentamientos humanos. De producirse lluvias excepcionales, se generaría un flujo de lodo o detritos (Huayco) que afectarían viviendas ubicadas en el cauce. Esta quebrada está siendo estrechada por la expansión urbana descontrolada |
Reubicar las viviendas del cauce de la quebrada Canalizar la Quebrada Construir muros transversales en el cauce de la quebrada a fin de atenuar los efectos de los flujos Para la zona de laderas, es necesario mejorar la construcción de pircas. Y en las zonas inestables desatar bloques sueltos |
24. Zarate – Mangomarca (San Juan de Lurigancho) |
Erosión fluvial, en el tramo del rio Rímac que limita con la quebrada Canto Grande. Afecta a la margen derecha En ambas márgenes del río se observa desmonte y basura que está cubriendo el enrocado. |
La erosión fluvial puede afectar los terraplenes, hechos de desmonte ubicados en el cauce. |
Mejorar los terraplenes. Se debe impedir arrojo de desmonte y basura al cauce del río. Campañas de sensibilización a los moradores de las riberas para evitar que arrojen sus desperdicios al cauce del río |
49. Quebrada Media Luna 50. Quebrada Canto Grande- sector Jicamarca 51. AAHH Nuevo Amanecer 52. AAHH Pedregal Alto (San Juan de Lurigancho / San Antonio) |
Estas zonas están relacionadas a flujos de detritos o de lodos de tipo excepcional, que se han presentado en la quebrada Canto Grande. Los Flujos se caracterizas por presentar bloques irregulares de diferente litología: intrusivo y volcánico-sedimentaria. En los cortes naturales y artificiales de los cauces de la quebrada, se pueden observar gravas con matrices limo -arenosas, clastos de diverso diámetro, estas características nos muestran que existieron en el pasado huaycos de grandes dimensiones. Los depósitos de estos flujos tienen forma de abanico, generalmente con recorridos entre 500 a 800 m- Se encuentran canalizados y presentan material muy heterogéneo. Estos flujos generalmente estas alimentados por caídas de rocas. En este sector afloran rocas intrusivas de tipo tonalita que presentan erosión esferoidal, esto origina bloques sueltos de formas redondas acumulados en las laderas. Estos materiales sueltos ante un sismo de fuerte intensidad pueden ceder y afectar a las viviendas. También se observó laderas con depósitos de canchales (acumulaciones de caída de rocas) |
La mayoría de viviendas pertenecen a los distritos de San Juan de Lurigancho y San Antonio (Comunidad de Jicamarca), se ubican en cauces de las quebradas principales y secundarias) La cuenca alta de la quebrada está en un proceso de expansión urbana, los cuales se están asentando sobre los cauces antiguos de las quebradas. Hay que mencionar que el años 2002, se activó la quebrada Media Luna (Naciente de la quebrada Canto Grande), afectó a viviendas y caminos de acceso. Ante un sismo de gran magnitud se podría generar caídas de rocas y las viviendas ubicadas sobre terraplenes colapsarían. |
Se debe tener en cuenta que por su litología y pendiente, la quebrada Media Luna y quebrada Canto Grande, están expuestas a este tipo de fenómenos. No se debe permitir la expansión urbana en las laderas de fuerte pendiente Contar con planes de evacuación Mejorar sistema constructivo de pircas Realizar estudio detallado de suelo y de estabilidad de taludes Para la zona que presenten caída de rocas, desatar los bloques sueltos En los cauces de quebradas especialmente de la cuenca alta y donde se encuentren poblaciones se deben construir muros transversales, a fin de atenuar los efectos del flujo. |
53. AAHHs. Mariscal Cáceres/Las Vegas/Unidos al Desarrollo I. 54. AAHHs. Juan Pablo II / Nuevo Amanecer. 55. Nuevo Jerusalén. 56. Saúl Cantoral/ Santa Rosa de Lima. 57. 4ta Etapa Mariategui. 58. AAHH Huanta 59. Sector San Jerónimo (San Juan de Lurigancho) |
Construcción inadecuada de la base de las viviendas (pircas), son inestables, en caso de colapsar una vivienda se produce un efecto “domino” sobre las viviendas cuesta abajo. Caídas de rocas presenta zonas de arranque que van entre los 20 y 50 m. de largo y una altura de 30 m promedio. Pendiente de los cerros entre 30° a 40° Afloramiento de rocas intrusivas de tipo tonalitas, con meteorización esferoidal, general bloques sueltos en laderas. En sectores, la población ha realizado cortes en talud generando inestabilidad. El humedecimiento del suelo, los cortes inadecuados de los taludes, y la pendiente del terreno son condiciones que pueden generar derrumbes, |
La cuenca alta de la quebrada está en proceso de expansión urbana, los procesos están asentados sobre cauces antiguos de las quebradas. Hay que mencionar que en el año 2002, se activó la quebrada Media Luna (naciente de la quebrada Canto Grande), afectó a viviendas y caminos de acceso. Antes un sismo de gran magnitud se podrían generar caídas de rocas y las viviendas ubicadas sobre terraplenes colapsarían. Las viviendas se ubican en los cauces de las quebradas principales y secundarias. |
Desatar los bloques sueltos en las laderas, esto implica un bajo costo y puede prevenir accidentes. Algunas de las construcciones son insuficientes en el caso de caídas de rocas En caso de sismos, en los AAHHs, se deben señalizar vías de evacuación. No construir más viviendas en las laderas de los cerros sin previo tratamiento de ellas. Hacer programas de sensibilización a las personas con la finalidad de hacerles tomar conciencia del peligro en que son expuestos. |
Fuente: Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (2009): Primer reporte de zonas críticas por peligros geológicos en Lima Metropolitana. |
Torrenteras de lodo bajando por quebrada Media Luna, 31 de enero 2017 (Foto: Julio Abanto)
Inspección al interior de la quebrada Media Luna, nótese acumulaciones de agua en las rocas, a las pocas horas volvería activarse aunque con menos fuerza, 2 de febrero 2017 (Foto Julio Abanto)
Efectos del Huayco en la zona de Villa Sol, quebrada Media Luna durante la segunda activación fuerte de la quebrada (Foto Julio Abanto)